Me refugié en el norte, tierra maldita y muerta allí las heridas curan, las cicatrices quedan los límites son borrosos y la mañana es negra la cáscara reluce y se oxida la médula aquí derribarán todo, (cada átomo, cada a célula) Devastarán volúmenes, arrancarán espacios Devorarán padres, engullirán la creación Soltarán lobos en los salones del palacio Voluptuosa violencia, sinuosa agitación con la furia revolucionaria de la presa desbordada que no logra apaciguar la sed de aniquilación nuestros mapas son rutas de escape inexploradas Somos voluntarios para nuestra desparición nosotros, nosotros somos Somos voluntarios a nuestra propia desaparición Para nuestra disolución Para nuestra descomposición

Hermoso como la luna Terrible como el sol El Dios que no te juzga El caos que sí soy yo Nacido de una tumba Una bomba en cada flor Morirá en una cuna El caos que sí soy yo

"…El síndrome de mengamuk [traducido habitualmente del malayo como perder el control] es una incapacidad para controlar la ira relacionada con la depresión grave. En el contexto malayo, un hombre que nunca había sido violento toma un arma y, en un repentino frenesí, asesina a quien tiene alrededor. Es una manera de escapar del mundo cuando la vida se ha vuelto intolerable y que, generalmente, termina en suicidio. Es un síndrome moldeado socialmente, y cuyas manifestaciones son conformadas por el contexto y las expectativas culturales. Podemos describirlo como una forma de desconexión entre un acto y su articulación racional. La persona que sufre depresión se siente culpable porque es incapaz de competir y ganar en un entorno saturado de llamadas a la acción y a la movilización de energía. El mengamuk es una ruptura violenta con el hilo de esta parálisis depresiva, es una acción separada de la reflexión y desvinculada del futuro, una prueba visible de vida, de movilización, de energía. Un acto violento sin filtro cognitivo, desconectado de una elaboración consciente: Simplemente, hazlo; Just do it. El eslogan de Nike ofrece una buena introducción al ciclo de depresión, catatonia y exteriorización psicótica que culmina en violencia. Simplemente, hazlo: agresión, explosión, suicidio. Cuando se pierde el control, los límites entre el propio cuerpo y el ambiente circundante se difuminan, y también el límite entre matar y morir. La humanidad en su etapa tardocapitalista ha entrado en un estado de mengamuk. El colapso que viene es un suicidio ampliado ante la depresión, definida como muerte del deseo. El colapso es hijo de nuestra monstruosidad, de la tristeza hecha norma. Es demasiado tarde para detenerlo completamente, pero podemos intentar aprovechar esta crisis a nuestro favor. Tenemos una oportunidad y no devenir mengamuk en lo homicida sino acelerar el suicidio del monstruo que nos llevó a esto. Convertir los cráteres en piscinas y nuestra ansiedad en la satisfacción de encontrarnos, de crear, de ser atravesados por un deseo no colonizado. No tenemos mucho tiempo. Tenemos que darnos prisa en reerotizar el mundo. No tenemos otra vida. Habrá que vivirla. Una saludable enfermedad coloniza nuestro inconsciente No queremos un terror sin final acabaremos terroríficamente todo está conectado a algo nada está conectado a todo si colapsa cada espacio colapsará cada nodo Existe una salida No ser mengamuk. Existe otra salida Se otro mengamuk. Tenemos que darnos prisa en reerotizar el mundo.

Hay que perforar la montaña en vez de intentar escalarla. Hay que bendecir la tumba en que ninguna santa haya sido enterrada. El vacío excluye lo sólido pero lo sólido implica el vacío. Sobrevivir es una ceguera, es la incapacidad de rechazar la nada. Y solo queda deformidad en nuestro esqueleto arquitectónico Y hay un agujero negro atravesando la pared blanca. Y hay un demonio orgánico, una conciencia parasitada. Es nuestra piel desnuda, esperando la oportunidad de estallar. Es nuestra piel desnuda ante los agentes del desorden. Son nuestros tímpanos, con el sonido de la inestabilidad radical. Son nuestros pensamientos, que son podredumbre deviniendo gas. Somos máquinas robando cuerpos, somos máquinas llenando agujeros Somos máquinas robando cuerpos, somos máquinas creando agujeros. Somos máquinas robando cuerpos, somos máquinas creando deseos. Somos máquinas, somos agujero, somos flujos, somos deseo.